Ted-Gordon BrownComo gran seguidor de los encuentros TED (ideas worth spreading), comenzaremos una serie de posts en donde comparta aquellas intervenciones que por cualquier razón (vanguardistas, entretenidas, concienciadoras,etc.) sean de interés.

En este caso, tenemos al Primer Ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown, el cual nos habla sobre la capacidad que tenemos para organizarnos y tomar acción colectiva para enfrentar problemas o injusticias.

Algunos de los ejemplos que citan son:
– En 2001 en Filipinas con el Presidente Estrada en el poder, un millón de personas enviaron mensajes sobre la corrupción del régimen, que con el tiempo cayó.
– En Zimbawe, la primera elección bajo Robert Mugabe la gente pudo tomar fotos desde sus móviles de lo que estaba ocurriendo en los puestos electorales, lo que hizo imposible que las elecciones se hicieran como él quiso.
– O en Irán, donde recientemente el mundo sabía lo que estaba ocurriendo gracias a los blogueros

La argumentación que defiende Gordon Brown es que tenemos los medios para crear instituciones globales para el ambiente, para las finanzas, para la seguridad y el desarrollo que den sentido a nuestra responsabilidad con otras personas. ¿Cómo? Combinando el poder de la ética global con el poder de comunicarnos y organizarnos globalmente para enfrentar los retos actuales.

¿Qué papel juega la tecnología moderna? El poder de nuestras creencias morales, unidas con el poder de las comunicaciones y nuestra habilidad para organizarnos, nos da la primera oportunidad como comunidad, de cambiar fundamentalmente el mundo.

La opinión “publica” ya no será creada por periódicos o medios de comunicación con intereses, sino por la gente que está blogueando

Son dignas de escucharse dos anécdotas:
– El encuentro entre Nelson Mandela y Amy Winehouse (¡¡¡lo que es la ignorancia!!!)
– Y cuidado con la descripción del Museo infantil de Ruanda. Nos dejará pensando…

Y una última reflexión acerca de los efectos de escuchar a un orador:
“Dicen que en la Roma Antigua, cuando Cicero se dirigía a la audiencia, la gente se miraba entre sí y decían de Cicero: “Gran discurso”. Y dicen que en la Grecia Antigua cuando Demóstenes se diría a su audiencia, la gente se volteaba a ver y no decían “gran discurso” sino que decían: “Marchemos”

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