
Acabo de terminar una sesión de trabajo en una institución de la cual no me acuerdo de su nombre… Lo importante es lo que he visto y hemos aprendido.
Es frecuente encontrarse con organizaciones paralizadas. Están contaminadas de la apatía, la queja y el victimismo. Es terrible intentar cambiar actitudes cuando percibes desánimo, parálisis emocional y la sensación de que todo lo que se haga no servirá de nada.
Lo cierto es que se encuentran con una casta de jefes y superiores que piensan más en la jubilación, en sobrevivir y en continuar hasta ahora (aunque sea mal) que mejorar la situación existente. Entonces, me preguntan, “¿para qué hacer algo, si en esta reunión faltan los que generan el problema?”.
Y aquí está el problema. Estamos acostumbrados a que surja un jefe, alias Mr. Solucionator, que nos traiga respuestas y soluciones a nuestra situación. Y cuidado. Si las propuestas no son buenas, entonces lo crucificaremos. Es la cara terrible del victimista.
Pero les puse este vídeo, ya muy conocido pero que venía como anillo al dedo, y realmente causó un silencio, lo que se traduce que sus neuronas captaban el mensaje.
¿Qué podemos aprender de esta escena?
– Si esperamos a que alguien nos resuelva el problema, ahí seguirá siempre
– Hace falta en ocasiones, dar un paso y otros nos seguirán
– Existe mucha buena gente apática que no dará el primer paso, pero sí el segundo
– Hasta los críticos se unirán cuando la cosa se mueve y se prevé que el cambio funciona
– Hay que pensar como “niños”: lo divertido está en intentarlo
– Los “viejos” (en este caso la policía) no moverá un dedo por cambiar las cosas
– Mi mejor aportación es la acción. Basta ya de observar, analizar, criticar o esperar a que otro me lo resuelva
– Mi pequeña acción puede ser catalizador de otras.
Y para terminar, quedó una píldora en la sala:
“si no cambian, acabarán comportándose igual que los que critican»
It´s up to you!
Como siempre inspirador Juan 😉 . Enhorabuena por esta píldora de sabiduría que muchos necesitan para ponerse en marcha.
Saludos
Muy bueno el vídeo, Juan. Muy explicativo de muchas cosas que suceden en el día a día. De todas formas, también sucede que en ocasiones eres tú solito quien quiere mover el árbol. ¿Alguna sugerencia en forma de vídeo o visual o de comentario para esta otra opción?.
Un abrazo.
¿Mover solito el árbol? Para mi y por experiencia, ¡IMPOSIBLE! Porque seguramente habrá francotiradores escondidos que te dispararán si lo mueves, pues a lo mejor pierden con ello. Mover algo es agotador, y hay que buscar aliados que a) te ayuden b) te protejan y c) sumen a otros.
Lo de ir de super héroe supone caer el primero, pues mientras tu trabajas por mover el árbol, otros están trabajando para que tu caigas. Así que a buscar apoyos!!
Un abrazo y gracias por la reflexión
manzanas podridas….. 🙁
Buen trabajo! Juan. Llega.
De nada Agustín! Me alegro!!!!!
pues sí, lo comparto, me niego a sentir derrota en plena batalla… Cada vez entiendo menos mi entorno… no veo mas que crispación por todo y tirándose trastos los unos a los otros, buscando culpables y nadie, y digo NADIE hace nada… es una postura ¿cómoda?, ¿derrotista?…quizás por mi carácter, quizás… pero me niego a entrar en el juego… y este video me da fuerza y razón… Gracias, ha sido refrescante.
De nada «karisan»! Lo cierto es que hay rodearse de un entorno que conecte, potencie y estimule el espíritu que tenemos. Ello nos obliga a ser selectivos! Y para eso hay que ser también valiente!!!
Saludos