Interesantísima mini conferencia de Ric Elías en TED acerca de las tres cosas que aprendió sobre él mismo mientras el avión en el que iba se estrellaba.

Se me ocurre compartir las siguientes reflexiones acerca de esas tres lecciones

1.- Todo cambia en un instante

“Tenemos lista de cosas para hacer antes de morir, y pense en toda la gente a las que quería llegar y no lo hice, todas las ofensas que quería reparar, todas las experiencias que he querido tener y nunca tuve”… “Colecciono vinos malos: si el vino está listo y la persona está ahí, lo voy a abrir. Ya no quiero aplazar nada en la vida”.

Una verdad muy cierta. ¿Cuántas cosas posponemos ya sea por agradar a los demás, por no decepcionar, por pensar que ya lo haré luego, y la vida pasa y seguimos sin hacerlo? Parece que la sensación de morir nos hace despertar a la vida… ¡a cómo deberíamos vivir!

2.- Mi ego: perdí el tiempo en cosas que no importaban con gente que sí importaba

“Siento un gran pesar. He vivido una buena vida en mi humanidad y con mis errores. Pero en mi humanidad, también di lugar a mi ego. Y lamento el tiempo que desperdicié en cosas que no importaban con gente que sí importan (esposa, amigos, etc.)”… “decidí eliminar la energía negativa de mi vida”.. “Ya no trato de tener razón, elijo ser feliz”.

¡Guau! Me ha encantado esta frase final: “Ya no trato de tener razón. Elijo ser feliz”. ¿En cuántas batallas personales andamos metidos? ¿Cuánto tiempo estamos “mosqueados” o “sonrientes” durante el día? El problema es el ego, y me quedo con la reflexión “el tiempo que desperdicié en cosas que no importaban, con gente que sí importan”.

Pero también añadiría, no perder el tiempo con personas que no importan, que restan, que roban la energía por medio del miedo, el chantaje emocional o la manipulación. Es una elección con quién estar y cómo relacionarnos con ellos. That´s the question!

3.- Quiero ser un gran padre

“Morir no me da miedo”… “Es casi como que hemos estado preparándonos para ello toda nuestra vida” … “pero no me quería ir. Amo la vida” .. “Solo deseo una cosa: ojalá pudiera ver a mis hijos crecer. Lo único que importa en mi vida es ser un gran padre”.

Esto corresponde a todos los padres y madres. ¿Están siendo un gran padre o una gran madre? ¿Cómo se relacionan con sus hijos? ¿Los manipulan y chantajean con el victimismo? o por el contrario ¿insertan valores como la honestidad, la lucha, el esfuerzo, el respeto a los demás, la humildad, el superarse y el ayudarles a descubrir cuáles son sus talentos?

Tal vez convendría recordar el poema de Khalil Gibran sobre padres e hijos:

“Vuestros hijos no son vuestros hijos

Son los hijos y las hijas de la Vida, deseosa de perpetuarse.

Vienen a través vuestro, pero no vienen de vosotros.

Y aunque estén a vuestro lado, no os pertenecen.

Podéis darle vuestro amor, pero no vuestros pensamientos.

Porque ellos tienen sus propios pensamientos.

Podéis cobijar sus cuerpos, pero no sus almas.

Porque las almas viven en la casa del porvenir, que está cerrada para vosotros, aún para vuestros sueños.

Poséis esforzaros en ser parecidos a ellos pero no busqueis hacerlos a vuestra semejanza.

Porque la vida no se detiene ni se distrae con el ayer.

Vosotros sois el arco desde el que vuestros hijos, como flechas vivientes, son impulsados hacia lo lejos.

El Arquero es quien ve el blanco en la senda del infinito y os doblega con Su poder para que Su flecha vaya veloz y lejana.

Dejaz, alegremente, que la mano del Arquero os doblegue;

Porque , asi como Él ama la flecha que vuela, ama también la estabilidad del arco y su constancia”.

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Preguntas que deja en el aire: “Imaginen que les pasara lo mismo: ¿cómo cambiarían? ¿Qué es lo que harían que aún esperan hacer porque piensan que van a vivir siempre? ¿Cómo cambiarían sus relaciones y la energía negativa en ellas? Y lo más importante, ¿están siendo los mejores padres que pueden?”

Ya saben, no esperemos a vernos frente a la muerte para empezar a VIVIR.