![](https://via.placeholder.com/500x500.png?text=media+not+available&w=500&h=500)
¿Qué nos dice este vÃdeo?
A menudo nos encontramos con obstáculos en nuestra vida y cuando aparecen hay tres opciones: (1) quejarse y no parar de quejarse, (2) esperar a que otros lo resuelvan (incluso aunque se tengan buenas ideas para solucionarlo) y (3) la más válida, ponerse en marcha para cambiarlo.
Es curioso y simbólico, cómo la persona que toma esta actitud es un niño. Los adultos se quedan en sus coches esperando a que alguien les resuelva el problema, o simplemente, activan su cuerpo y su mente, para quejarse. Pero hacer, no hacen ¡nada!
Considero que es buen reflejo de nuestra sociedad actual y de otras muchas que han existido. Todos anclados en la queja, en el reproche, en la parálisis, esperando que venga otro a resolverles el problema.
Y ante la mÃnimo dificultad (como por ejemplo la âlluviaâ), ale, todos a cubierto y a seguir esperando que una autoridad o un lÃder les resuelva el asunto.
¿Qué falta para cambiar todo esto? ¿Por qué la gente se queda paralizada unos en la queja y otros en las buenas ideas pero que no las ponen en marcha?
A mi parecer se debe a que faltan dos roles importantÃsimos: un âimpulsorâ y un âcoordinadorâ. El primero (simbolizado en el niño), es el que se pone en marcha, el que sin medir las dificultades, da un paso para cambiar las cosas. ¿Por qué un niño? Esta metáfora me dice que un âniñoâ no tiene memoria de fracasos, es un descubridor, no le han programado todavÃa para âeso no serviráâ, âvas a perder el tiempoâ, etc. Ãl simplemente analiza la situación y ¡EMPIEZA!
¿Y quién cree en él y le acompaña? Otros niños. Seguramente si diéramos el paso, nos encontraremos que hay gente que con poco saltarÃan al campo a trabajar juntos. Y como pueden ver en el vÃdeo, se divierten. No saben si lo conseguirán, pero en la acción está su disfrute. ¿Y qué hacen los otros? Enfadados y enfrascados en la parálisis. Menos mal que al final, es tan evidente que todos tienen que remar juntos para salir de la situación.
¿Y cuáles son sus efectos? El trabajo bien hecho, el descubrimiento de una amistad, la satisfacción del cambio y la mejora y el orgullo de âlo conseguimosâ.
Me he quedado pensando en lo del niño como impulsor y su ausencia de pensamientos relacionados con el fracaso.
Lamentablemente me encuentro a diario con tantas personas terriblemente paralizadas por el miedo (a ser despedidos, a no invertir por temor a fracasar, a no preguntarle a otro posible socio por si quieren formar un gran negocio) que creo que se está perdiendo un potencial increíble en personas muy valiosas.
Por cierto, en otra ocasiones, veo a personas que yo considero valiosas y que ellos mismos son incapaces de verse así.
¿Sería muy presuntuoso por mi parte recomendarte que promociones cursos sobre cómo superar el miedo? Si es que no los tienes ya, porque ultimamente trato con mucha gente temerosa debido a la situación que vivimos.
«Cómo superar el miedo», me apunto!
Gracias Sr. Dutón