Libro Cambiemos las organizaciones

A continuación, y con el objetivo de dar una visión global del libro, les adelanto la introducción del libro que está recientemente publicado:

¿Están nuestras organizaciones preparándose para el management del futuro? Esta es la pregunta que debería estar haciéndose cada directivo, cada CEO y cada trabajador si desea sobrevivir en este siglo XXI. 

A la vista de la experiencia creo que la respuesta es  “no”. Ciertamente hay casos exitosos que parte de sus logros son la adaptación y la evolución que han hecho del estilo de management que aplican. Unos han evolucionado, y otros han nacido ya implementando la filosofía y las metodologías que permiten exprimir el talento, y sacar el máximo rendimiento de cada persona, involucrándolos profesional y emocionalmente. 

Lo que realmente predomina en estos momentos son los ego-sistemas, donde la individualidad prima sobre el grupo, donde la exigencia de seguir el protocolo mata la iniciativa y la creatividad, pero sobre todo, la propia identidad de las personas. La palabra “trabajo” se asocia a algo tedioso, desmotivador, obligatorio, necesario para subsistir o para sacar una familia adelante. ¿Qué estamos haciendo mal para generar esa asociación de ideas y de emociones? 

¿Es de idealistas pensar que se pueden crear espacios donde la gente llega al trabajo en un entorno en sí mismo motivador, donde hay respeto, un proyecto, un “fluir” de cada uno de sus componentes, donde se arreglan los conflictos de manera constructiva y sea un lugar de crecimiento profesional y personal?  Sin duda, no. No es un idealismo, porque esos sitios existen, y lo que es mejor, se pueden crear. 

Por ello es necesario evolucionar, estar dispuestos a cuestionar si nuestras formas de trabajar, dirigir, organizarnos y reunirnos, aunque fueran exitosas en el pasado o hasta en el presente, deberían empezar a cambiar. Porque el progreso no es un tren que va parando en diferentes estaciones, y si se te escapa una, la coges en el siguiente. El progreso es un tren de alta velocidad, que o te subes, o puede que tu negocio, tu empresa o tu organización quede obsoleta y desaparezca casi sin verlo. 

Hace falta otra forma de pensar y por tanto de trabajar. Se acabó el liderazgo unipersonal, con un súper-héroe inspirador, que protegía a sus seguidores. El mundo va muy rápido como para descansar todo en una sola persona o hasta en un Comité de Dirección. ¿Cuánta inteligencia, sabiduría y conocimiento hay sin aprovechar en las organizaciones, sencillamente porque no se le escucha, o cuando se hace, sus ideas/sugerencia tienen que pasar toda la cadena de mandos hasta desvirtualizar o distorsionar el mensaje inicial? Lo he sufrido y es descorazonador la lentitud para responder ante una iniciativa, necesidad de un cliente o simplemente mejorar un aspecto que llevaba años estorbando en la relación entre departamentos.

La cuestión que intenta responder este libro es si podemos diseñar un modelo que aglutine desarrollo económico y a la vez bienestar humano, donde la consecución de resultados no es a costa de las personas. Muy al contrario, va a ser precisamente este bienestar, desarrollo y crecimiento de cada integrante de la organización lo que hará generar una iniciativa, implicación, mejora e innovación que estaba castrada por modelos antiguos. 

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Les espero para sacudir sus neuronas 😉