Tras la cena (ver vídeo) se celebró la mesa redonda-debate donde los ponentes contestaron las cuestiones planteadas por los participantes. Los tres coincidieron en que se está a las puertas de una revolución.
Para Movilla se trata de “romper el sistema radicalmente” asumiendo que “habrá víctimas que se revolverán virulentamente frente al cambio y se defenderán como gatos panza arriba”.
Dans consideró que “se viene una revolución que hasta ahora se ha desarrollado con una calidad pacífica impresionante”. “Tenemos a los indignados más educados del mundo, ejemplo del pacifismo radical”, dijo. No obstante vaticinó que la situación puede volverse violenta si, tras los comicios, “se tapa la olla a presión y se cierran todas las salidas”. Dans advirtió que si los ganadores de las elecciones se sienten legitimados en una mayoría absoluta y se resisten a escuchar a la sociedad, si no incorporan sus demandas al proyecto político, “esto puede estallar y acabará volviéndose violento”.
En el debate se abordaron distintas cuestiones como la falta de legitimidad democrática en la situación que atraviesa Italia, la necesidad de cambiar, no tanto la ideología como el sistema, en el que se cumpla la máxima “una persona, un voto” y las listas sean abiertas y la defensa de una verdadera participación social en la toma de decisiones.