Futuro

En la Vida, cuando surge una situación grave sólo hay tres opciones: quejarse, aceptarla o luchar por cambiarla. 

La elección de alguna de ellas puede ser temporal, pero el peligro es cuando nos anclamos en la queja. Es lo peor que podemos hacer. La Vida son retos, algo de lo cual esta sociedad nos había “drogado” en el consumismo y en la obtención fácil de lo que quisiéramos: dinero, poder, sexo, amistades, “likes”, etc.

La comodidad genera imbecilidad Clic para tuitear

La comodidad genera “imbecilidad”. Nos hemos olvidado de lo que es luchar, sí luchar dejándose la piel en la cancha, dándolo todo. Hay personas donde los retos que la Vida les ha puesto (enfermedad, ruina empresarial, despido, ruptura amorosa, etc.) o en los que ellos se embarcaron, les ha entrenado en superar desiertos, incomprensión, noches oscuras y soledad.

Pero de una forma o de otra generaron las herramientas o mecanismos psicológicos para aguantar, luchar (incluso disfrutando por la coherencia con su ser interno) sin dispersarse en la queja, el victimismo o en la envidia de lo que otros tienen. Eran los gestores de su propia vida. O mejor dicho, estaban ejecutando la misión de su vida: ser líderes de sí mismos.

Y es lo que toca ahora. ¿Y cómo pensar para afrontar este reto?

 

1º Vive en el “puto” presente (y perdón por el énfasis, fue Siri quien lo puso)

Recordar lo que fue, ya sea una relación o un estilo de vida pasado, sólo generará melancolía. Es como quedarse atrapado en el tiempo, en el “día de la marmota”. Ese anclaje puede ser lo que nos impida navegar y descubrir nuevos mares.

Recuerdo una frase de una película donde el marinero exclamaba:

“Capitán, capitán, nos hemos perdido”.

Y él respondió:

“Genial. Sólo así podremos encontrar nuevos caminos”.

Brillante su optimismo, sabiduría y pasión por el descubrimiento. Porque eso es la Vida, descubrir cosas, emociones, vivencias, y si alguno es valiente, descubrirse a uno mismo. 

Pero tampoco viajemos al futuro, porque no existe. ¿O acaso alguien pudo imaginar lo que nos está sucediendo? Dejemos de ser «viajeros del tiempo» entre pasado y futuro, y concentrémonos en gestionar con la mayor inteligencia, ambición y generosidad el día a día. 

 

2.- Gestionando tus pensamientos, gestionarás tus emociones

Krishnamurti afirmaba: “El sufrimiento es el conflicto entre el ES y el DEBERÍA SER”.

¿Cuántos “deberían ser” fabricamos constantemente en nuestra vida? ¿Cuánto daño nos hace? Una cosa es el “deseo” (y es bueno, porque te hace caminar), y otra es el “apego”, lo cual te esclaviza.

Muchos han podido descubrir ese momento del presente a través del mindfullness, yoga, meditación y demás técnicas. Pero me gustaría vivir en ese presente también en la acción, en el caminar y en la lucha. Como cuando te juegas los últimos minutos del partido y vas perdiendo por unos pocos puntos. Ahí no nos paramos a meditar. La acción es meditación, es presente, es totalidad. ¿Podemos entregarnos con esa pasión, concentración y plenitud en el día a día? ¿O preferimos dispersarnos en lo que fue o en lo que debería ser? Tu eliges.

 

3.- Selecciona lo que entra en tu cabeza

Hay una responsabilidad con nosotros mismos. Somos los guardianes de la inteligencia o estupidez que permitimos que entre en nuestro cerebro. ¿De qué nos alimentamos? ¿Del conflicto, enfrentamiento, miedo o de la manipulación de otros? Uno tiene que decidir qué lee, qué ve en su televisión, con quiénes se relaciona y qué busca en internet. El cerebro es una órgano maravilloso, pero toda su potencia va en función de cómo lo alimentes. Por lo tanto, elige lo que dejas entrar en él, porque sus consecuencias serán inmediatas

 

4.- Haz «diálisis emocional»

Conozco a personas que con regularidad tienen que ir al hospital a hacer diálisis, para limpiar su sangre. ¿Dedicamos un tiempo a hacer «diálisis emocional» de nuestros pensamientos y emociones? ¿Cuántos miedos fabricamos en nuestras cabezas? Tanto que decimos que anhelamos la “libertad”, seamos pues libres de los pensamientos que nos hacen daño.

 

5.- Inspírate en quienes fueron inspiración

¿Hay alguna persona que admiras por su lucha, sacrificio y superación de obstáculos? Bien pudiera ser Nelson Mandela (27 años en prisión, comparado con nuestras pocas semanas en nuestros hogares) o Madre Teresa de Calcuta o cualquier persona que hemos conocido en nuestras vidas por cómo superaron una enfermedad o un accidente. ¿Qué nos producen? Seguramente admiración, respeto e inspiración. Y ahora viene a mi memoria esos inmigrantes que huyendo de su país, de una guerra o de la pobreza, cruzan desiertos y mares por tener un mejor futuro.

Pues ahora te toca a ti. Sí, a ti. El poder mirarte al espejo y aguantar la mirada en silencio y sentir orgullo de cómo superas y superarás todo lo que pueda venir. En esa mirada de un minuto infinito, podrás ver si tu corazón late como el de un caballo antes de salir en una carrera, o el de un jugador que salta al estadio a remontar un partido. Esa mirada, hablará de ti, de tu pasión, de tu capacidad de lucha, de tu generosidad para ayudar a los demás a salir adelante. Mírate de vez en cuando, y verás si hay un victimista o un luchador o luchadora dentro de ti.

 

6.- Mira al horizonte y busca cómo reinventarte

¿Por qué unos son capaces de aprovechar las crisis para salir mejores? ¿Resilencia? ¿Antifragilidad? Si ellos la tienen, cada uno de nosotros también. Tal vez, la Vida les entrenó en el pasado para activarla, pero ha llegado nuestro momento para hacer lo mismo. Matrix ha cambiado. El mundo ha cambiado y sin duda hay oportunidades delante de nosotros.

Ante una situación de incertidumbre total como en la que estamos, sobrevivirá, no el que se adapte, sino el que se adelante. ¿Cuál es nuestra responsabilidad como personas y organizaciones? Ser lo suficientemente ágil, rápido y humildes para poder aprender y aprovechar esas nuevas oportunidades. La otra opción es seguir llorando por lo que fue, y eso es vivir en un sueño o mejor dicho en una ficción de lo que ya no existe.

 

En resumen, te toca jugar este partido, y obviamente que se saldrá adelante, como se ha salido anteriormente. Pero en el camino tus pensamientos pueden ser de queja, de aceptación o de lucha. Tu eliges.

 

 

Privacy Preference Center