Año 2021. Se estrena la película “Virus: el despertar (o no) de la Humanidad”. Sus protagonistas: Meryl Streep, George Clooney, Cate Blanchett, Mat Damon, Jodie Foster, Morgan Freeman. Director, James Cameron. ¿Y qué nos podría contar? Pues diferentes historias, tal vez conectadas, de lo que supuso el shock de esta pandemia.
Sin duda, hay muchos aprendizajes generados por esta nueva situación de estar encerrados en nuestros hogares durante tan largo tiempo. Jamás la Humanidad lo había experimentado a semejante escala. Y ello nos ha hecho tomar conciencia de muchas cosas, lo que no quiere decir que las aprendamos e interioricemos. Eso ya sería pedir mucho. Porque me temo que a la gran mayoría se les olvidará, debido a nuestra adicción al consumismo, la insatisfacción y la falta de responsabilidad con el entorno.
Entre todas las lecciones me atrevería a destacar:
1.- Somos estúpidos
Si algún extraterrestre nos visitara, seguramente marcharía pensando en no volver. Sí, somos estúpidos. Perdemos tanto tiempo entre “miembros/miembras”, en los nacionalismos, en enfrentarnos, mirando al pasado para dividir (en lugar de mirar al futuro para unir), pendientes de imitar la última estupidez de algún famoso o de opinar en las redes para insultarnos, que necesitábamos una bofetada para despertar. Y como pincelada de dicha estupidez, dejar constancia de ese alcalde independentista que pedía escupir a la Guardia Civil para que así se marcharan. ¿Es posible mayor bajeza, maldad, nazismo y enfermedad que esta actitud? ¿Y de quienes le votan? Realmente somos muy estúpidos.
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2.- La gente va más rápida que la Felicidad
Cuando se nos muere algún ser querido tomamos conciencia del Presente. Estamos viajando constantemente, consciente o inconscientemente, entre el Pasado (sufrimientos o placeres) y el Futuro (miedos o deseos) que nos olvidamos de estar en el Presente. Y no lo digo para hacer sesiones de meditación o mindfullness (que bien necesarias son), sino para disfrutar de los pequeños detalles y actividades que ahora echamos de menos. Sería largo hablar de la Felicidad, pero la pregunta en este caso sería: ¿lo veníamos siendo o hemos descubierto en este encierro que tenemos que tomar decisiones en relación a nuestros trabajos, nuestos hijos, parejas y nuestra propia vida?
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3.- Buena suerte, mala suerte ¿quién sabe?
En esta ocasión el famoso cuento de este título se hace realidad. Conozco a una camarera en un restaurante, la cual estudió auxiliar de enfermería hace años, pero nunca tuvo ocasión de ejercer. Ahora le ha surgido la oportunidad de trabajar como enfermera, y está feliz. Por fin puede desarrollar su vocación, ayudando y serviendo a los demás.
Y como ella, habrá miles de historias reconfortantes: familias que se reencuentran, toma de conciencia de quiénes se acuerdan de ti, tiempo para recuperar hobbies o descubrir a tu pareja. Pero también historias duras: despidos, ruina económica, futuros divorcios, etc.
Cada persona vivirá esta experiencia de una forma diferente.
4.- Muerte
Cuanto más cerca estamos de la muerte, más empezamos a vivir la Vida. Siempre ha sido así. Pero ese efecto desaparece cuando volvemos a la normalidad, la que nos droga, la que nos hace creer eternos y la que nos hace perder la conciencia del valor de cada segundo y de cómo en uno solo, nuestra vida puede cambiar de forma radical. ¿La Muerte? Forma parte de la Vida. Parece que se nos olvida. Sin duda es doloroso cuando alguien se nos va. Y más duro cuando esa persona se marcha sufriendo. Puede ser desgarrador. Pero tal vez, tal vez, nos hemos olvidado de algo llamado “espiritualidad”, no digo religión, sino espiritualidad, y nuestras almas, reconozcámoslo, las tenemos abandonadas.
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5.- Los nuevos y auténticos héroes
¿Qué mensajes pueden aportar ahora los futbolistas o algunos famosos de la música? Si algunos de ellos ni saben hablar, porque ni se forman, ni leen, ni tienen otras inquietudes humanas, culturales o sociales. Pero el poder de imitación es brutal. Siempre he tenido una fantasía: imagino a Ronaldo o Messi saliendo a una rueda de prensa con un libro bajo el brazo sobre “Inteligencia Emocional (para niños y adultos). ¿Qué efecto tendría? La potencia imitativa sería grandiosa. Miles de padres, fans y aficionados lo comprarían y así abrirían su mente, su conciencia y sobre todo, inculcarían otros valores. Pero mucho me temo que seguirá siendo una fantasía.
Por el contrario, la gente “normal” y a veces los menos reconocidos (cajeras, reponedores, enfermeros, médicos, transportistas, policias, etc.) han sido los auténticos héroes silenciosos. Porque los valores y la calidad humana se muestra en las situaciones difíciles, no en las fáciles. Es una cuestión de qué valores estamos apreciando como sociedad.
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6.- Los inútiles gobernando
No hablo de ningún país en concreto. Más bien de todos. Y sin color político. Permítanme una pregunta: ¿pondría a quienes nos gobiernan a nivel nacional, de CCAA o a nivel local, al mando de su empresa si la tuvieran? Mucho me temo que no. Hasta ni se fiarían.
¿Cómo sería España si tuviéramos a Amancio Ortega como Presidente, Pablo Isla como Ministro de Economía, el doctor Cavadas como Ministro de Sanidad y al juez Calatayud como Ministro de Justicia o de Educación? Si tuvieran una enfermedad ¿no querrían al mejor médico? Y quienes sean aficionados a un deporte ¿no querrían a los mejores del mundo en su equipo? Sin embargo, para gobernar, resulta que están unos egoístas maquiavélicos incompetentes. O si no, díganme ¿quiénes encontrarían trabajo en el sector privado por su conocimiento, títulos (no falsificados o regalados, claro), valores, integridad, ética y capacidad? Creo que pocos, porque también los hay preparados y buenos profesionales. Pero muy pocos.
Y a colación de esto, me atrevería a matizar la frase “tenemos el Gobierno que nos merecemos”. Más bien diría “tenemos el Gobierno que la maquinaria política y mediática permite”. Porque no creo que el pueblo ruso se merezca un Putin, o los venezolanos un Maduro. Intente ser buena persona, noble, con valores, con formación, con integridad, con deseo de ayudar y a ver cuánto dura en un partido político. Pero también pasa en las grandes coporaciones privadas. Es el problema del Poder. No ganan los mejores, sino los más astutos.
Tal vez con la gestión de esta crisis, hasta los políticos tengan que descubrir que hay que poner gente preparada gestionando lo público. Y me viene a la cabeza, cómo en plena crisis, en la CCAA de Canarias, se expulsa a la Consejera de Sanidad. ¡En plena crisis! ¿Se puede hacer peor en la elección de las personas de quienes nos gobiernan?
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7.- Sabemos reírnos
Realmente esta situación ha sido un derroche de humor. Desde el “señores, dosifiquemos que lo estamos dando todo (cantar desde el balcón, aplaudir, clases de yoga, etc.) desde el primer día”, o el calendario de diciembre (día 24 las Fallas, día 25 final de la Copa del Rey de futbol, día 26 Jueves Santo, etc.) a una enorme cantidad de “memes” que nos han despertado más de una carcajada. Para eso, sí somos buenos, o muy buenos.
8.- El planeta respira gracias a nuestro encierro
Recuerdo en cierta ocasión, en las islas Galápagos, cómo los animales podían estar en la terraza o piscina del hotel. Estaba prohibido espantarles, puesto que “ése era su lugar y nosotros lo habíamos invadido”, según me explicaban. Éramos los invasores y por ello había que respetarlos. Más de un animal estará riéndose pensando cómo nos sienta nuestra propia medicina. Algo tenemos que cambiar.
Pero aquí llega la gran pregunta: ¿habremos aprendido algo? Yo creo que sí, pero dudo que lo mantengamos en el tiempo. Estoy seguro que el mundo no cambiará, aunque sí muchos “micromundos” serán diferentes y mejores.
Fantástica reflexión Juan… solo podría decir ¡Chapeau!
Muchas gracias Ceciliano! Toca aprovechar para pensar! Y la próxima semana, compartiré las lecciones que creo que toca aprender en las organizaciones. Un abrazo
Justo anoche discutia con mi grupo de amigos que el mensaje mas importante ahora mismo , independientemente , de tu nivel cultural o social o el status que ocupes en la sociedad, es el de la Solidaridad . Ese que el pueblo español tanto presume de tener y criticar al resto de Europa . DOnde esta ahora Juan ? Donde esta esa solidaridad de las grandes fortunas privadas , donde la de los futbolistas y los nuevos ricos ? Si , muchas empresas estan cediendo material y ayudando a su manera . Recien escucho que la banca tambien ha dado grandes cantidades y Endesa otro tanto .. pero y donde esta el particular de a pie? dejando a un lado a Amancio Ortega que siempre es el primero en reaccionar y ser criticar por el famoso hobbie nacional, la envidia . Lo dicho , mi opinion en la distancia y feliz si me equivoco .
Y me pregunto yo. ¿Y no tendrán miedo de ayudar para que desde el Gobierno les ataquen como han hecho con Amancio Ortega? Tal vez lo estén haciendo más discretamente sobre todo por los importes que hagan, o tal vez estén tan absortos en salvar sus empresas (sólo imaginar que todos los hoteles van a estar cerrados durante meses, hace temblar a cualquiera) que por ahora no miran otra cosa o sencillamente están alucinando de las torpezas del Gobierno (con todo lo difícil que es gestionar una situación así).Bsss
En definitiva todo es cuestión de UNION, dudo
mucho que la gran mayoría de personas hayan interiorizado este concepto y mas aún las CCAA que van a sus propios intereses y les cuesta mucho compartir y ser generosas.
Dudo mucho que algo cambie, la naturaleza nos seguirá dando grandes lecciones.
Gracias por tu artículo. Siempre das que pensar.
Cuando mencionas a las CCAA entiendo que es a sus políticos. La cuestión es que se ha instalado un egoísmo tan grande, donde no se ve grandeza a nadie para inspirar al resto! Por eso, que considero que somos estúpidos o nos tienen muy bien idiotizados persiguiendo muñequitos por la calle o peleándonos por estupideces.
Muchas gracias Juan! Como siempre eres un puntal y son reflexiones que todos nos hacemos pero tú les das estructura y sentido. A ver si nos concienciamos e interiorizamos una vez que pase esta crisis. Hay que creer que cambio=oportunidad como escriben los japoneses. Un abrazo y ánimo, Pedro
Muy cierto Pedro!! Cuesta encontrar esa estructura en todo este maremagnum de emociones y experiencias! Pero lo que comento en el post: no creo que cambie el mundo, pero sí muchos micromundos! A menos que esto vaya para largo!
¡Enhorabuena por el artículo Juan! Sin duda, de lo mejor que he leído en estos tiempos de cuarentena. ¡Lo clavas! Los puntos del 2 al 5 para enmarcar y ponerle en cualquier sitio a la vista todos los días. Yo soy autónomo y tengo una pequeña empresa en las que somos 4 personas. Llevo años trabajando en positivo muchas de las cosas que escribes en tu post. Por eso, a pesar de la complicada situación que vivimos, me siento con fuerzas y muy motivado para seguir en el camino que inicié.
¡Salud para todos!
Muchas gracias Diego! Como buen luchador sabes cómo afrontar los retos!! Y seguro que tu gente te acompañará!! Un super abrazo y a enmarcar los puntos del 2 al 5!! 😉
Hola Juan!!
cuanto me alegro leerte…y te aplaudo una vez más (cuanta verdad en tus palabras, reflexiones…). Es algo que últimamente repito y me repito a mí misma: desgraciadamente esta «lección» se nos olvidará pronto…y es una lástima!!!porque la vida, sin duda, cambiaría y mucho, en todos los sentidos.
un abrazo!!
Chus
Hola Chus!! Por eso decía lo de los «micromundos», pues la gente que está dispuesta a aprender de todo y de todos, sacará muchas lecciones. Pero los que no, ni se lo cuestionarán!! Y menos si su egoísmo es muy grande!! Bsss y a seguir luchando!!
Muchas gracias Juan por compartir estas fabulosas reflexiones
Da mucho que pensar…
De nada Mireya! Ese era el objetivo… ir más allá de lo que nos dicen o simplemente vemos!! Un saludo
Muy agudo Juan, gracias por pensar y compartir. Un abrazo
Super Gustavo! Si tu lo dices, seguiremos haciéndolo!! Un fuerte abrazo
Buenas Juan,
Son reflexiones que están ahora en la cabeza de muchos inquietos y me gustaría añadir que estas primeras semanas han sido algo arritmicas y de distintos procesos emocionales para la mayoría. Si esta situación se extiende uno o dos meses más, ¿no sería una oportunidad estupenda para dar forma a un nuevo proceso social político y económico? Comob decías, cuando esto termine, seguiremos haciendo lo mismo, los que puedan permitírselo. Pero es que no conocemos otra opción, si falla el capitalismo ante cada crisis no vamos a dejar de comprar sin más y hacernos al comunismo o socialismo, ¿seríamos capaces de crear espacios de debate creativos para y plantar la semilla de un sistema que suavize el corporativismo y el separatismo fomentando una economía de conciencia social?
Son inquietudes que, de forma resumida y algo abstracta, pasan por la cabeza estos días.
Me alegro Juan de que nos acompañes a los inquietos con tus reflexiones.
Un abrazo
Profundas reflexiones Adrián, pero son todo un reto! Desde luego hemos evolucionado, pues a veces nos falta la perspectiva para valorar el presente. ¿Cuánta gente moría antes? ¿A qué edad? ¿Cuántas enfermedades se han curado? ¿Cuántas guerras menos hay que hace décadas? El sistema es imperfecto, muy imperfecto, pero han habido grandes avances, a menos que queramos ser como Corea del Norte o la pobre Venezuela. Estoy seguro que iremos mejorando, aunque los líderes actuales se encarguen de enfrentarnos para así controlarnos!! Un abrazo
Muchas gracias por compartir estas reflexiones Juan!
Creo que las personas vamos a decidir qué aprender de esta situación y cómo lo vamos a integrar en nuestras vidas.
Es responsabilidad de cada cual analizar y poner en valor qué aportamos a nuestra realidad.
Esta es la crisis del COVID19, pero para mí es la crisis de la COVIDA.
Vamos a ver quiénes tendremos el valor de hacer lo que hay que hacer, cuando hay que hacerlo, siendo responsables de nuestras decisiones, actitudes y valores, a todos los niveles. Esto implica poner patas arriba el ‘statu quo’ propio y de otras personas, con todas sus consecuencias.
Como sociedad, hay que retomar la espiritualidad (en la forma que cada un@ abrace y disfrute, faltaría más!) y trabajar los valores de verdad, no de manera impostada.
Echo de menos escuchar que una persona es compasiva, y creo que es un valor muy importante a rescatar.
Nuestra sociedad mantiene una atracción fatal con el poder en todas sus vertientes y con el dinero en particular. Tenemos que trabajar el poder personal y determinar con franqueza, en aras del bien general, en manos de quienes ponemos (y «cedemos») nuestro poder político e incluso nuestro poder económico. Tenemos que avanzar como sociedad, y estamos involucionando a pasos agigantados.
Creo que los animales están asombrados, salen a buscarnos para comprobar si ya, por fin, nos hemos ‘matado’ entre nosotr@s… han sido muy pacientes y adaptables aún cuando les hemos apartado de sus entornos naturales… quizás haya que aprender de ellos y volver a lo sencillo.
Tenemos que ‘rescatarnos’ con solidaridad, unión, compromiso, ejemplo, altruismo, sacrificio, generosidad, gratitud, valor, reconocimiento, compasión, humildad, respeto, comprensión, mucho humor y más amor, porque al final, es lo que ‘nos mueve el piso’.
La actitud que libremente decidamos tener marcará nuestro antes y nuestro después. Hay personas que verdaderamente están viviendo un drama personal y familiar que hay que comprender y respetar. Pero otras personas estamos en ‘pause’. Relativicemos. Seamos conscientes.
Un abrazo Juan!
Guau!! Magnífica reflexión!!! Y sí, los animales estarán diciendo: «¿Pero qué ha pasado aquí?, ¿Por fin nos van a dejar en paz?». Y cierto Estefanía, para muchas personas está siendo o será un drama y hay que comprender y respetar. Para otras ha sido un «parón» y una oportunidad de respetar sus valores, actitudes, costumbres y formas de pensar!! Un saludo!!
Estimado Juan,
Como siempre, has sabido plasmar en forma de escritura lo que muchos pensamos.
El ser humano no va a cambiar y volveremos a tropezar en las mismas piedras, como diría la canción. Tenemos una memoria muy efímera.
Me quedo con el punto 8. Esa imagen qye circula por las redes sociales en donde se ven las cabras deambulando por un hotel en Fuerteventura…
Así que, durante este tiempo de confinamiento, el planeta tierra podrá respirar.
A lo mejor deberíamos, cada cierto tiempo, encerrarnos y dejar descansar a la naturaleza.
Un abrazo
Buenas Juavi!! Siempre un placer! Muy cierto, tropezaremos, pero nuestros abuelos recuerdan ciertas experiencias que les marcaron. Algo así ocurrirá con nosotros… o con algunos!! Y lo de los animales es toda una lección… y tal vez vendría bien encerrarnos una temporada para dejar respirar a la naturaleza!! A ver qué efectos ha dejado este parón. Un abrazo fuerte
Es todo un honor en salir reflejada en tus palabras,muchas gracias…pero son muros que una encuentra en el camino y saber saltarlos,esquivarlos o echarlos abajo. No me considero una heroína,sólo una persona que no se puede quedar quieta y echar una mano mientras tenga las herramientas necesarias.
Buena reflexión a todo lo que está sucediendo,habrán de los que seguirán con lo que hemos aprendido y habrán otros que seguirán haciendo lo que les da la gana.
Estamos en una época que debemos decidir si salvar el planeta o destruirlo por completo. Esto sólo sirve para aprender o pararnos para reflexionar que mal estamos haciendo.
Así es!! Pero es en las situaciones difíciles donde se ven los valores y la calidad humana!! 😉 Dicho queda!!
Estoy 100 de acuerdo con esa reflexión que haces y me quedo con un objetivo a cumplir: Mantener en el tiempo lo aprendido. No somos eternos y eso, viviendo cada día, es fácil olvidarlo. ¡Gracias!
Olé Miriam!! Parar y recordar lo aprendido, para no caer en lo mismo!! Y tomar conciencia del Presente!! Que dejemos ser «viajeros del tiempo»!
Un abrazo
Muy buena reflexión Juan. Me alegra mucho volverte a escuchar. Seguro, o por lo menos eso espero, que saquemos alguna enseñanza de esto, y sobre todo que miremos al futuro más unidos. Un abrazo.
Así es Fernando!! De nosotros dependerá. Y a ver si los de «arriba» en el Poder, también aprenden algo!!
Muy buenas reflexiones Juan, gracias por compartirlas.
Maestro Jose Manuel, seguro que habrías escrito las mismas, más y mejores!! 😉
Vaya Juan, tremenda reflexión.
Justo ayer pensaba en eso. Diosito, seremos capaces de aprender algo o volveremos a las andadas en cero coma. Quiero pensar que habrá un antes y un después, no podemos ser tan estupidos. Mi naturaleza optimista se aferra a pensar que por primera vez todos y cada uno de nosotros nos hemos visto obligados a reflexionar, parar, bajarnos de la montaña rusa y mirarla desde otra perspectiva. Quiero pensar que algo va a cambiar o cómo dices tu, al menos pequeños micromundos seguro y esos irán sumando sin lugar a dudas y estarán ahí para recordar al resto del mundo lo estupidos que seguiremos siendo. Un abrazo !!!
Muy cierto Marisa!! Aunque a medida que esto va siendo más grave, más transformador será. Es curioso cómo la VIDA nos pega un parón y nos pone en orden a la locura en la que vivíamos!! Un abrazo grande!!
Gracias, Ferrer.
Has puesto palabras a todo lo que pienso y siento.En este tiempo de confinamiento, lo único que siento es miedo, miedo al empeño de casi todos a que todo vuelva a ser como Antes, miedo a que no hayamos aprendido nada, miedo a que las injusticias ahora se hagan más presente, miedo a que todo este tiempo encerrado sólo haya valido para desatar aun más la rabia y la violencia presente en las calles, miedo a que todo sea como antes, en el que cada uno iba a lo suyo y el resto no existía. Y si, tengo miedo a retomar la vida y que todo sea como antes.La naturaleza es sabia y como no aprendamos volveremos a repetir historia por que desgraciadamente los seres humanos tenemos memoria de pescado y olvidamos desde que todo vuelve a la normalidad.
Un Saludo
Isabel
Suerte a tod@s
Isabel, sin duda habrá transformaciones, y habrá un precio que pagar. Eso es lo que te produce miedo, pero también habrá cambios que ya no pueda darse marcha atrás y para mejor! Pero el precio no nos lo quita nadie!! Mucho ánimo!!
Excelente Juan!
Me gustó demasiado, en el punto 5, los efectos que tendría un Messi o Ronaldo ir a una rueda de prensa con un libro bajo el brazo!
Por otro lado y desafortunadamente estoy de acuerdo contigo en lo de que aprenderemos mucho de esta situación pero tampoco creo que lo podamos mantener en el tiempo. Ya veremos con tristeza que cuando pase la crisis, al cabo de muy poco tiempo los dirigentes locales y mundiales volverán a sus rutinas por amazar más dinero y poder! Y si es cierto que muchos «micromundos» si cambiaran a mejor, ojalá sean los suficientes para poder influir en la mayoría y mejorar, aunque sea un
poco, al mundo.
Gracias!
Michael, veo que coincidimos! Aunque y la herida es larga y profunda, uffff, más cosas de las que pensamos, sí cambiarán! Un fuerte abrazo!!!
Hola, Juan. Gracias por compartirlo, pero sobre todo muchas gracias por provocar, por hurgar y por remover… Esto no puede dejar indiferente; no a mi al menos. Es brutal, muy profundo, sin duda. Lo abordas desde todos los angulos posible, y aciertas, si sin duda. Todo esto nos condiciona y nos hace replantearnos muchas cosas; estoy convencido de que es así. Cuando todo esto pase tiene que haber un antes un y después. Seremos diferentes, si, seguro; pero creo y quiero pensar que lo haremos para ser necesariamente mejores. Tenemos que aprender la lección que nos está dando la vida, la naturaleza. Somos vulnerables; mucho. Nos hemos creído semidioses, y no lo somos. Ahora toda cuidarse mucho; nosotros y a nuestras familias. Después vendrán sacrificios, muchos sacrificios. Pero tenemos que sobreponernos y seguir dando lo mejor de nosotros mismos, y mantener motivados a nuestros equipos. Comparto con todos lo orgullosos que estamos del nuestro. Trabajando como si fuésemos un unico individuo. Impresionados. Es una lección de vida. Hay que apretar los dientes y luchar. Animo a todos. De esta saldremos, todos juntos y remando en la misma dirección. Un abrazo, y de verdad, muchas gracias, Juan.
No se puede decir más cosas en menos palabras, Jose. Un privilegio leer tus reflexiones y que puedan leerlas todos. Esto ha puesto a prueba a mucha gente, y sin duda, si se ha sembrado calidad humana, la gente la devuelve en ocasiones así. Y ustedes son un gran equipo humano! Tocará luchar y apretar los dientes, pero como decía en una charla, «la comodidad genera gente frágil», pero las pruebas forjan un carácter. Hay personas que sus vidas han sido continuas dificultades y ahora están mejor entrenadas!! Un fuerte fuerte abrazo
Distinguido Sr. Ferrrer.
Cómo no podía ser de otra manera, sus palabras son un ”giro de tuerca“ a una situación que nos abruma, pero de la que sin duda alguna, y si nos consideramos “ el mono sabio”, hemos de reflexionar y aprender de nuestros errores para superarla.
Si la vida es una actitud, la inteligencia de nuestras decisiones y conclusiones tras un periodo apocalíptico deberían marcarnos un rumbo nuevo, que enmiende nuestro pasado de errores, pero sobre todo que alumbre nuestras reflexiones; Si la tragedia existe es sólo porque el bienestar ha de reconfigurarse para afrontar un futuro reconstituyente.
De forma sublime hurgas en la obviedad de la impronta de la vanidad humana y que alimentamos ajenos a nuestro propio yo, tergiversando nuestra felicidad, eludiendo que existe un final con la muerte y, sobre todo, participando como títeres de una sociedad que define nuestra libertad, ensombrece los valores, manipula nuestras emociones y cautiva nuestra reivindicaciones y pensamientos.
Como bien describe, desde la singularidad espacial del entorno de 1 metro, nos confesamos culpables de nuestros pecados capitales, de nuestra ignorancia y de nuestro egoísmo. Quizás haya llegado el momento de la reflexión natural sin influencias, del resurgir de la libertad de nuestro pensamiento como ser individual y sociable.
En definitiva, y como magistralmente concluye, asistimos a una penitencia de retiro monacal en respiro de la madre naturaleza y reciclaje de nuestra especie humana.
Saludos
Como siempre, Juan, estupendamente enfocado, estructurado y muy acertadas conclusiones.
Nuestra vida se ha desarrollado hasta unas semanas en un, más o menos plácido, antes, estamos cabalgando un lamentable durante y, espero que en nada, empezaremos a vivir en un después de la pandemia, que no será precisamente sencillo.
Al margen de las consecuencias materiales (vida, salud, economía, trabajo, etc), casi todas ellas negativas, a las que se añaden la mayoría de las anímicas en la misma línea, también es cierto que el riesgo, el aislamiento, la soledad en algunos casos, las limitaciones, etc. nos están haciendo poner en valor bienes que antes no eran suficientemente apreciados y, seguro que también a cambiar a mejor nuestra forma de comportarnos.
Es inimaginable que esta experiencia no nos deje una huella considerable en nuestra manera de pensar y de comportarnos.
El esfuerzo, la habilidad, el ingenio, etc nos ayudarán a salir de la crisis, y, lamentablemente, también es verdad que es altamente probable que el tiempo, el materialismo, y el estrés faciliten la dilución de esas revaloraciones, de esos auto- compromisos de cambio.
Pero estoy seguro que algo bueno quedará de la entrega, del compromiso, de la generosidad, del esfuerzo, de las limitaciones de recursos, de la necesidad de pertenencia frente a la del reconocimiento como diferente, e incluso de los posturismos, de los discursos vacíos, de las incompetencias y de las visibles y desmedidas ansias de poder.
Si no fuese así, nos mereceríamos aún más y, parafraseando al humorista, José Mota, “…pa siempre”.
Por eso, asumiendo tus temores (que también son los míos), me gustaría lanzar desde aquí una idea para nuestros gobernantes, de modo que, en lugar de repartir bombillas, como ya ocurrió en el pasado, después de facilitarnos las mascarillas que, quizás con cierta suerte, nos lleguen en algún momento, no tarde mucho en obsequiarnos con algún complejo vitamínico para reforzar sensiblemente la memoria.
¡Que no se nos olvide!
De nuevo, Juan, muchas gracias.
Gracias a ti Lorenzo, pues refleja ese deseo que tenemos todo de que se aprenda algo, tanto a nivel individual, como colectivo, y que haya un antes y un después, pero para mejor!! Sin duda, lo habrá para personas. Pero sería mejor, si como globalidad aprendemos todo lo que comentas! Un fuerte abrazo
Muchas gracias Juan por el artículo que te hace reflexionar y tiene todo el sentido. Espero que esta situación tan terrible sea un punto de inflexión para el cambio, es una pena que tenga que ser producido por muertes, etc pero como leí una vez, los grandes cambios se producen por una fuerte sacudida. Esperemos poder solucionarlo poco a poco y salgamos más fuertes y humanos de todo esto…gracias
Cierto Chantal. Pero como bien dices, aprendemos con grandes golpes, porque por el camino muchas veces hay avisos. Y ojalá salgamos más fuertes y más HUMANOS!! Bss
Fetén Juan, tu iniciativa. Gracias por compartir.
No tengo dudas acerca de que la cosa cambiará, está cambiando. Mi pregunta es ¿Estoy yo dispuesto a cambiar?, ¿estoy dispuesto a ceder en mis pretensiones, para facilitarles a otros que cambien y así generar un sinfín de intercambios ganar/ganar (te acuerdas Juan)?
Desde hace unos días, le estoy dando vueltas a una idea. Tengo la convicción de que cuando todo esto pase, las respuestas a las preguntas que nos estamos haciendo todos los días, en la mayoría de las veces encontrarán respuestas inéditas. Por ejemplo, ¿podré seguir mirándoles a los ojos a mis vecinos, que me encuentro aplaudiendo en las ventanas, todas las tardes a las 19:00 horas, cuando me los tropiece por la calle? …
Otra cosa, creo que pocos habrán caído en una circunstancia, para mí crucial, por los comentarios vertidos aquí. Nuestros hijos sí tienen más posibilidades de asumir ese “cambio” que todos queremos hoy para nosotros ¿Qué estamos haciendo para orientarles?, para que cuando pase esta “Alarma”, ellos puedan afrontar las dificultades que la vida les presente, como una oportunidad de superar un nuevo reto.
Un saludo para todas y todos. Cuídense mucho.
#Este virus lo paramos unidos
#Quédate en casa
Seguramente será así Antonio. Muchas respuestas serán inesperadas, algunas sorprendentes y otras decepcionantes. Ocurrió en Nueva York tras el 11-S, donde surgió otra forma de relacionarse tras la catástrofe, pero que se ha ido diluyendo con el paso del tiempo. Pero como en todo, habrá quienes una relación que antes no existía y en otros, pues volver a lo de antes. Ahora bien, en cuanto a los hijos, damos lo que somos, y a menos que nos enriquezcamos y sepamos transmitirles el gen de la «adaptabilidad», mucho van a tener que sufrir. Aunque ellos ya nacen en un mundo cambiante, y eso les dará flexibilidad para salir de la «caja» con frecuencia. Un abrazo