Viendo este vídeo, lo primero que me viene a la cabeza es ¿cuántos personajes tenemos en nosotros mismos? Muchas veces a lo largo de nuestra juventud criticamos a personas por ser diferentes, vestir diferentes o pensar diferente. Incluso juzgamos y «crucificamos» a aquellos que han cometido algún error.
¿Pero qué sucede con el tiempo? Pues que a veces nos convertimos en los personajes que criticamos (y si no miren a ese joven rebelde que acaba enchaquetado y encorbatado en una oficina) o incluso cometemos los mismo errores de aquellos a los que crucificamos. Es ahí cuando entendemos esa famosa frase «no juzgues y no serás juzgado»… ¿por quién?… pues por nosotros mismos.
Hay una canción de Natalie Imbruglia llamada «Bitch» (= «bruja» o «puta» en americano) que bien define algunos de los personajes que tenemos dentro de nosotros:
Im a bitch
Im a lover
Im a child
Im a mother
Im a sinner
Im a saint
I do not feel ashamed
Im your hell
Im you dream
Im nothing in between
En resumen, todos tenemos muchos personajes, capaces de hacer lo mejor y lo peor. Son las circunstancias, las emociones del momento (gloria, éxito, soledad, decepción, pasión, etc.) las que puedan generar que salga alguno de ellos… como en el vídeo!
Despues de tantos personajes peleones ver que la dulsura y fragilidad corporal pueden
transformar en gato al tigre es precioso dar en el clavo en el ultimo momento de desesperacion con la debilidad de tu ribal eso no tiene definicion en mi vocabulario. En el ultimo momento cuando ya no sabia que difraz podria ganar al de su ribal se acordo de su carencia mas deseada en ese momento, una mujer.
Tenemos que estar al limite para sacarnos mas rendimiento. ¿Para que dejamos llegar las cosas a ese punto?.