Hay historias que resumen una gran lección. En ocasiones nosotros somos los forjadores de la historia, lo cual tiene un alto coste de desconcierto, sufrimiento, incomprensión, sentido de injusticia, etc., hasta que aprendemos la lección y entonces somos transmisores de esa Sabiduría que nos rodea pero a la que rara vez recurrimos.
Sin embargo, a veces nos llegan historias en forma de cuento o parábola, en plena batalla (o crisis) que nos hacen ver la situación que vivimos desde otra perspectiva, hasta incluso como algo positivo.
Recordemos si no, el famoso discurso de Steve Jobs en Stanford, con su “connecting the dots”. Pero en esta ocasión, he encontrado un vídeo, que relata lo que precisamente puede estar haciendo la crisis en nuestras vidas.
Lleva tiempo, pero la lección seguramente vale la pena.
Y aquí vienen algunas reflexiones:
– Los “alumnos” quieren comprender todo… ¡YA! ¿Qué factor juega el tiempo para comprender las lecciones que nos está dando la vida? ¿Podemos ser capaces de esperar a escuchar qué enseñanza hay escondida tras lo que estamos viviendo, o nos dejamos arrastrar por nuestros juicios inmediatos?
– El vídeo nos puede ayudar a entender por qué muchas personas viven atadas al conformismo y la mediocridad. Repito, “atadas”, desde que sea una elección, las perspectiva es distinta.
– El maestro hace que el alumno “experimente” en primera persona la lección que quería transmitirle. Le podía haber contado una historia, pero no, quiso que la “experimentara». No hay mejor lección que vivir uno mismo la propia enseñanza. Las de otros, es como la brisa, nos refresca en el momento, pero pasa de largo.
– La actitud de los vecinos también merece ser nombrada. ¿Basamos nuestra felicidad en la comparación, observando que otros están peor?
Y aquí viene la gran lección de este cuento:
– ¿Cuál es nuestra posesión alrededor de la cual giramos nuestra vida? ¿Nuestro ego? ¿Nuestro dinero? ¿Nuestro trabajo seguro? ¿Nuestros hijos? ¿Cuál es nuestra “vaca”? ¿Qué pasa cuando desaparece?
– La primera reacción es de desesperación. La vaca era lo único que les separaba de la miseria total… o tal vez, habría que preguntarse, si era lo único que les ataba a la miseria parcial
– Al morir la vaca, al morir su único sustento, empezaron a buscar otros recursos, que estaban allí, pero la “vaca” les cegaba.
– LECCIÓN: la muerte de la vaca, había sido el principio de una nueva vida. La vaca además de ser su única posesión, era además la cadena que los tenía atado a una vida de conformismo. Al perderla, tomaron la decisión de esforzarse por buscar algo más.
En resumen, a veces lo que nos da seguridad, es nuestra atadura para buscar algo mejor. Y si el devenir de la vida, nos «mata la vaca», seguramente sea una oportunidad para encontrar algo mucho mejor. ¡Dependerá de nosotros!
Buena Relexion
exelente bueno pero deberia tener un resumen